Etiquetas

jueves, 10 de enero de 2013

Maniquíes desnudos, cruda decadencia


Los maniquíes son objetos extraños. Metaforas de seres humanos. Homúnculos sin pena ni gloria, pero humanoides al fin y al cabo.

Dando un paseo por la noble ciudad de Pamplona, me asaltó una visión macabra, que ya había tenido que sufrir en el pasado: maniquíes desnudos
Intenté al sacar la foto de modo que el símbolo de porcentaje tapara las zonas pudendas de los maniquíes. No me parecía apropiado humillarlos aquí.

Está claro que no es una visión agradable, produce un cortocircuito cerebral de un modo muy claro. Uno no puede evitar preguntarse ¿Por qué les han hecho esto a esas pobres criaturas? Tu cerebro te dice: "Algo va mal, eso no debería estar así". Lo logico es que uno piense "está claro que lo van a areglar ensegida, alguien vendrá y vestirá estos pobres diablos de metacrilato y frio plástico", al fin y al cabo representan seres humanos y merecen respeto.

Pero lo que vi después; eso no tiene nombre. Lo peor es que nadie hacía nada. Sufrí mucho: Maniquíes vestidos con papel de embalar marrón cutre

Atención a la cintita naranja que ciñe esa vil prenda a la cintura, eso ya es sadismo, la ginda en el pastel. Al fondo la dependienta trabajando ajena al drama que se despliega ante los paseantes en el escaparate.
Miralos, allí tranquilos, en sus posturas rígidas, sin poder defenderse de la barbarie de su humillación. ¡Hay ropa dentro del local! ¡Se ve en la foto! ¡¿Por qué no les dais algo que os sobre?! ¿Por que nadie hace nada? Grité.


No hay comentarios:

Publicar un comentario