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domingo, 30 de noviembre de 2014

Mi fascinación por los evangelistas locos fascistoides

No se como llegué a este estado enajenatorio, pero el hecho es que me fascinan ver las locuras del movimiento evangelista en estados unidos.



Los evangelistas son una rama ultrafascista del cristianismo, que para que os hagáis una idea, opina que los católicos son "paganos", incluso "falsos cristianos" por su excesiva tolerancia a la homosexualidad y el evolucionismo (my godness!).




Son, por supuesto, creacionistas. Piensan que nuestra madre tierra tiene unos seis mil años, que el gran cañón del colorado se formó en el diluvio universal (olé!) y que los dinosaurios convivieron con los humanos --incluso algunos creen que estuvieron en el arca de Noé, claaaro--.


Descubrí que no soy el único ateo con esta adicción por consumir bazofia evangelista. El canal de youtube "bible reloaded" dedica horas y hooras a su discusión y disfrute. De hecho estos héroes anónimos tienen un espacio llamado atheist bible study donde se leen la biblia capítulo a capítulo  y comentan sus incongruencias en clave de risoteo.

https://www.youtube.com/user/TheBibleReloaded

Pero lo más destacable de mi afición es todo lo que disfruto con los documentales de evangelistas. Documentales como "Jesus Camp"


Esta maravilla de documental nos muestra un campamento evangelista en Dakota del Norte donde niños de entre 6 y 10 años son llevados a la locura a base de imprimirles a fuego el miedo a Satán. Harry Potter: SATAN. Star wars: SATAN. Disney: SATAN.



 Por otra parte, en el campamento seleccionan a los futuros "niños predicadores", unas adorables criaturitas que algún día continuarán la labor comenzada por sus fundamentalistas monitores.



Lo advierto, si ves uno de estos documentales, no vas a disfrutar. De hecho lo más probable es que te enfurezcas. Pero digo yo ¿Qué hay de malo? ¿Acaso no vemos películas de terror para pasar miedo? Yo veo esto para enfadarme y general mal karma. Por alguna extraña razón este mal-karma-making me produce mucho placer.

Recomiendo también los documentales "Kipnapped for Christ" y "God Loves Uganda".

viernes, 28 de noviembre de 2014

Ilusión de Control; Capítulo 2

Capítulo 2
Al día siguiente apareció el Toyota rojo de Dani bajo mi ventana y pronto los vi a los tres atravesando la puerta.

Dani es gordo. Si, Gordo. Quizás aún más que yo. Bueno, no exageremos, dejémoslo en que los dos tenemos algún kilo de más, sin llegar a la morbidez. De hecho, ahora que lo pienso, la gordura es nuestro vínculo más fuerte. Disfrutamos llamándonos \emph{gordo} --y variaciones cariñosas como gordito-- con fruición.

"Gordi, mira a que dos juláis te traigo'' Dijo el muy gordaco.

Y detrás de él estaba Fer, tan alto y con la semblanza de un bicho palo --pero nuestro bicho palo--, casi golpeando el techo con la cabeza. Junto a Fer iba Raul, el único anatómicamente normal del grupo. Corrimos a abrazarnos y palmearnos las espaldas.

En el coche casi no cabíamos. Yo iba en el asiento de delante con varias mochilas en mis rodillas. Fer conducía, porque todos sabíamos que Dani es un desastre al volante. Detrás Dani y Raul nadaban entre mochilas, la guitarra de Fer, esterillas y otros bártulos.

Estábamos eufóricos. Atravesamos alcalá con la intro de Dragon Ball a todo volumen. Meses después supimos que en ese momento nos habíamos saltado un semáforo y que una maravillosa cámara de tráfico había inmortalizado la infracción. 200 euros.

Salir de Madrid fue liberador. Trigo trigo y más trigo a ambos lados de la carretera. Fer ondeaba el brazo en la ventanilla mientras conducía y nos hablaba de su último proyecto.

''Estoy terminando un corto, creo que este va a ser mi primer trabajo serio, mi carta de presentación".

''¿De qué va?''. Preguntó Dani.

''Empieza con una mujer que es maltratada por su marido. Un día ella llega a casa con la cara amoratada y se encuentra una nota pegada con un imán en la nevera que dice te dejo. De ahí todo fluye''.

La idea me golpeó. Era buena, muy buena. Un año después tuve ocasión de ver el corto terminado y me encantó. Efectivamente, este trabajo llamó la atención en el círculo de directores en que Fer se movía y fue sin duda lo que propició que dos años después dirigiera su primer largometraje.

En seguida atravesamos Extremadura. Cáceres y Vadajoz pasaron delante de nosotros rápida y silenciosamente. Finalmente llegamos a nuestra ansiada Lisboa.

Allí habíamos reservado en el hostal más barato que pudimos encontrar en internet. Nos esperaba Claudia, que venía de un tour por Cataluña. La encontramos con sus típicas botas de monte, sus rastas y sus ropas sueltas hippies. Nos recibió muy emocionada, como si hiciera años que no nos viéramos.

Luego pensando un poco acordé de que Claudia había estado un tiempo con Fer y unos meses antes había estado acostándose también con Raul, pero nada serio según tengo entendido. Y allí estaban, tan amigos todos, sin que eso les afectara. Siempre me gustó que mis amigos follen, especialmente entre ellos. Id y reproduciros.

''Hey tíos, ¡Cuánto tiempo!. Oye qué salimos a petarlo ¿no?, ¡Esta ciudad es la polla!''

''Joder Clau tía que ansia de perreo me traes'' Dijo Dani.

Dani usaba la palabra perreo para todo tipo de gambiteo o fiesteo que se presentara en su camino.

Y salimos a quemar los bares. La cerveza sabía diferente, la ciudad estaba loca. Subimos las interminables cuestas hasta llegar al Barrio Alto.

''Dani tío, ¿Traes la piedra?'' Preguntó Claudia.

''Tranqui tía, en seguida nos hago uno".

Dani siempre fue todo un maestro --Sensei incluso-- del noble y ancestral arte de liar porros. Puede que para otras cosas sea un desastre, pero en eso es nuestro Sensei.

Debo hablar aquí de nuestra relación con los cannabinoides. Ninguno de nosotros excepto Dani, era fumador habitual. A decir verdad, casi diría que solo fumamos cuando estamos con él. Es nuestro nene malo, nuestra mala influencia. Bendito sea.

Al salir de un bar, junto a un parque --como suele ser-- nos sentamos juntos y fumamos cual indios dentro de un tití.

''Ufff, hacía milenios que no fumaba uno de estos'' Dije yo, mientras daba una calada a un enorme petardo que Dani había liado para nosotros.

Nos lo fuimos pasando y Claudia empezó a hablar de química orgánica, que es lo que suele hacer cuando se coloca. De la química pasamos a hablar de amor y sexo.

"Pues sabes Hector, yo creo que nunca he hecho el amor. Yo solo he follao'' Confesó Claudia. "De hecho, creo que nunca he estado enamorada, yo no he sentido todo eso que la gente describe".

"Qué curioso, yo diría que he estado enamorado tantas veces que he perdido la cuenta" Dije yo.

Siempre me fascinó la gente que afirma no haber estado enamorada nunca ¿Quién se engaña, ellos o yo? ¿Será que no han identificado esa emoción cuando la han sentido, o que no la han sentido en absoluto?

Más bares. En uno de los garitos suena Héroes del Silencio. Gritamos hasta quedarnos afónicos la letra de Sirena varada.

A partir de aquí la noche se hizo difusa y no la recuerdo bien. Lo que si recuerdo es volver al hotel riendo y cantando, alterando la paz vecinal.

Recuerdo pensar mientras sostenía a Claudia para que vomitara Tengo que ver a Gabi. Tengo que contarle un millón de cosas. Dudas, historias, decisiones... Tengo que pasar por Logroño y ver a Gabi. Dibujadme pensando esto con la mirada perdida, entre arcada y arcada de Claudia. No sería la última mujer que observaría vomitar en este viaje.
El hecho de que pensara eso en ese preciso momento no es muy raro, me encaja. Suelo tomar importantes decisiones mientras asisto a personas en momentos difíciles, como una borrachera fuera de control.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Ilusión de Control; Capítulo 1

Bueno, bueno, aquí os traigo el primer capítulo de la novela corta que casi he terminado de escribir. Espero que no la toméis muy en serio, el relato es bastante chapucero en algunos puntos, pero en fin, espero que os guste. El título es "Ilusión de Control". Ojo, no es autobiográfico, aunque algunas anécdotas son sacadas de historias locas de mi salvaje vida universitaria.



Capítulo 1
Tengo que reconocer que mi asunto con el mendigo era bastante demencial, pero al fin y al cabo es parte de la historia. De hecho, según he creído entender después de todo este tiempo, es la clave, quizás el detonante de lo que vino después.

Yo vivía cerca del centro. Me gustaba pasear por el templo de De Voth. En algún momento comencé a hablar con él. Él siempre se sentaba en el mismo banco, junto a la panorámica de Madrid.

El hecho es que llegamos a una especie de relación que se resumía en que yo me sentaba a su lado en el banco y le contaba mi día a día. Y al narrar mi día a día, siempre tomaba control mi costumbre de imaginar las historias de la gente que se sienta frente a mi en el metro. Este tipo de fantasías, era con las que más se deleitaba el mendigo.

''Hoy he visto a una pareja sentarse al fondo del vagón. Ella estaba terriblemente borracha. Él llevaba un polo Lacoste y la miraba con ojos lascivos'' Le dije un día.

''Y bien, ¿Cuál es su historia?'' me preguntó.

''Ella finge estar borracha y él finge aprovecharse de ella, diría que son un matrimonio que juega un role-playing muy truculento, para especiar su vida sexual".

''Esa es buena" dijo el mendigo riendo tan fuerte que parecía que iba a dislocarse la mandíbula. "Parece que siempre sacas perversiones sexuales cuando no se te ocurre que otra cosa inventar"

Otras veces jugábamos juntos a inventar este tipo de historias y él me contaba algo improvisado acerca de alguien que pasara cerca de nosotros en el parque.

''Esos de la banda de ahí, los que acaban de tocar Sultans of Swing, son en realidad los que compusieron la canción. Pero estaban empezando y se la vendieron a los Dire Straits cuando eran jóvenes. Y ahí están, tocando en un parque, muertos de hambre, haciendo realidad la letra de su propia canción.''

Era un maestro, sin duda mucho mejor que yo imaginando estos cuentos.

Pero otras veces contábamos historias reales, historias de nuestras vidas. Le contaba mis dudas, mis demonios. El me contaba sus andanzas de los años que pasó en las carreteras.

La idea de contarle tus demonios a alguien que vive en la calle es cuanto menos peregrina. En fin, en cierta medida nos ayudábamos el uno al otro.

Pronto comprendí que el mendigo no tenía ningún tipo de adicción, que llevaba el tipo de vida que había elegido --si es que tal cosa es posible--. Varias veces le ofrecí mi ayuda, pero solo estaba interesado en conversar, no quería que interfiriera en sus asuntos.

A lo que voy es que este quit pro quo me reconfortaba, me hacía replantearme muchas cosas y me ayudaba a confrontar mis dudas. Que eran las que habían tomado control de mi vida. Aún así yo quería creer que era yo el que controlaba lo que me ocurría.

Cierto día al pasar junto a la banda que solía tocar en el parque no encontré a mi querido mendigo. Me pareció extraño y pregunté a otro vagabundo que, según sospechaba, era amigo suyo.

"Hey, perdona, ¿Conoces al que se sienta aquí siempre?'' Dije, intentando evitar la palabra mendigo para no ofenderle. Pues aun con todo nuestro bagaje no conozco el nombre del susodicho.

"Si, a ese lo han pillao los maeros ayer tarde, algo debió robá'' Me contestó haciendo con la mano el gesto universal del pillaje.

El muy pánfilo había vuelto a tomar prestado algo. Si, si, muy sereno pero el concepto de propiedad privada nunca lo tuvo muy claro.

Y así fue como me vi sin guía espiritual. Me dije ¿Qué hago yo?, soy ateo, la filosofía a pesar de todo ya no me llena y las drogas no me sacian...

Por aquellos días había ahorrado algunos euros gracias a mi trabajo como librero. Oficio que me agradaba a ratos. Después de estudiar cinco años de Filosofía, estaba decidido a dirigir mi carrera hacia el mundo académico. Pero vista la dificultad extra que planteaba para los de mi gremio el yugo de la crisis económica, tenía que conformarme dando píldoras de consejos literarios a mis consumidores habituales de la mítica calle Libreros, junto a la Gran Vía de Madrid.

Coincidía que Fer y Raul habían vuelto de su viaje por el Sahara y seguían con ansia viajera.

Un domingo Dani se presentó en mi casa y con su entusiasmo habitual me informó de lo que habían estado planeando.

Antes de continuar debo resaltar que Dani es el ser más hiperactivo que conozco. Está loco por vivir. Todos los que tenemos la suerte de conocerle coincidimos en que cada minuto con él te hace amar la vida un poco más. Cierto es también que suele provocar sobredosis de pasión. Cuando se le mete algo en la cabeza no para hasta que le mandas a la mierda de un portazo y le dices que sí. En ese sentido podríamos decir que Dani es el Dean Moriarty de mi vida, reconozcámoslo, todos tenemos un Dean Moriarty.

"Hector tío, mi coche, tu, yo, Fer, Raul y PORTUGAL. Viajote".

Antes de darme cuenta de lo que estaba pasando, Dani estaba sacando del armario mi mochila.

''Ala, ¿Dónde guardas los gallumbos?, que lo vamos a meter todo aquí'' Dijo con mi mochila en la mano.

Sorprendentemente accedí al instante. Era marzo de 2012 y la sucesión de días que se desplegaron salvajemente ante mí son una buena muestra de la locura de mi vida y de los que están a mi alrededor.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Tacho contraataca

Mi relación con mi perruno amigo tacho progresa. 

Hoy por la mañana he descubierto que me ha dejado una pequeña ofrenda en la puerta de mi habitación mientras dormía 


Es su juguete favorito. Se trata de un bote de yogur mordido que lanza por los aires. También disfruta metiendo su hocico en la cavidad. Supongo que ha decidido que lo necesito más que él. 

En otro orden de cosas he conocido a unos individuos muy simpáticos gracias a la plataforma Coachsurfing y a Xabier Domínguez, mi amigo y mentor en todas las facetas del gentil arte de vivir. 

Helos aquí 




Fui con ellos a un museo de arte moderno bastante satánico. Tuve que contener mis ansias de tróspiez mórbida, porque no tengo confianza suficiente con ellos y no quiero que SEPAN que estoy estúpidamente loco jajaja. 

El ciertos tipos de humor absurdo no funcionan con todo el mundo. Hay que tener la cabeza muy desamueblada para que te hagan gracia algunas cosas. Por eso cuando conozco a alguien nuevo, antes de adentrarme en esas aventuras trópidas testeo un poco qué les hace gracia. Y es sorprendente el hecho de que hay un grupo grande de la población totalmente inmune al humor absurdo.  

Esto me recuerda que tengo que escribir un artículo sobre mi interés hacia los evangelistas radicales en Estados Unidos y sus locuras varias. Vais a flipar. 









sábado, 8 de noviembre de 2014

Victor Usón mola mogollón

Hoy he tenido el placer de pasar la tarde con mi viejo amigo Víctor Usón. Resulta que él también está por estas tierras mexicanas. El título del post se debe a nuestro antiguo grito de batalla de aquellos tiempos gloriosos en el C. M. U.  Chaminade, donde aprendimos a vivir.

Me ha alegrado saber, amigos míos, que Víctor también es fan de Miguel Noguera. Así que hemos ejercitado el humor noguishe todas las veces que nos ha sido posible. 


Ahí tenéis a Víctor mofándose de la idea que que ese águila bien podía ser un cochecito para niños precolombino. La figura en cuestión tiene un hueco en medio del tamaño preciso de un nene. Como para que los aztecas dejaran ahí a sus retoños jugando plácidamente. Aztec playground. 

Pero de este museo que hemos visitado, lo mejor sin ninguna duda ha sido el siguiente cartel:


Muy fino el detalle de ponerle la admiración sólo al ¡no!  Es un NO a ultranza. Un NO superlativo. Y por que decir "prohibido correr" si puedes poner ¡no! Corro.  Muy detalladas las ilustraciones también.  Amo los carteles de este país. Son gloria tipográfica. 

Víctor tenía el aura muy sucia y ha aprovechado para limpiársela en el Zócalo:


Esta señora azteca no nos ha dado mucha información acerca de su técnica de limpieza, solo nos ha dicho "es una limpia, es azteca, la voluntad". 

lunes, 3 de noviembre de 2014

Cray cray antropology

Hace unos días me visitó mi diletante amigo Manu Acevedo

Ahí lo teneis, disfrutando conmigo del museo de antropología.
Allí encontramos conceptos olvidados que nos explotaron de las manos
Aquí vemos pinchos morunos craneales precolombinos. Don't mess with the Aztecs bitch.


El concepto casaca. Atención a esta prenda adyecta


Quiero una casaca. Quiero andar por la calle agarrado a sus ilustres aunque deleznables solapas, como un señor. ¿Qué hemos hecho mal? ¿Porqué hemos permitido que las casacas caigan en el olvido? Mal rayo me parta.
Finalmente Manu y yo hemos puesto otra vez a rodar la maquina de lo absurdo y hemos intentado emular de nuevo al Hematocrítico de arte, poniendo títulos absurdos a los cuadros clasicotes del museo. Esto es lo que ha salido:


"no, no, que no insistas, ya te he dicho que no te compro ya más armaduras, que tenemos de sobra, quita eso del suelo tunante"
Luego hemos cenado copiosamente con nuestro querido José y su familia, de quien ya os hablaré (de repente intenta dar un misterio a la mierda de artículo que acaba de escribir).
Quería anuciaros de paso que estoy escribiendo una novela corta, y a lo mejor me animo a publicar algunos artículos por aquí. Ala.