Ha pasado el tiempo. Uno madura, se va haciendo flexible. Una semana me atreví a ponerme delante de la primera temporada y quedé muy muy sorprendido. Empecé a ver cosillas, guinditas, punzditas de placer que se me habían pasado por alto. He visto hasta casi el final de la tercera y he ido tomando nota exhaustiva de cosas que quiero comunicar:
1. Los cráneos zombis nunca fueron tan blandos. Tiernos incluso, de mantequilla. Puesto que estamos hablando de zombis, es crucial escogorciarles el cerebro con premura, esto es un hecho del que los protagonistas no tardan en percatarse. Pero lo interesante radica en que todo objeto es bueno para atravesar o escocotar un cráneo, lo mismo da un palo que te encuentras, que una punta de flecha desafilada, que un tenedor. Da igual, como si usas un cepillo de dientes, todo entra.
También son muy dados a explotar a poco fuerte que les atices.
Esto me recuerda a que el otro día vi la tercera del Hobbit (cutrepeli total de la cual probablemente hablaré en otro artículo) y me di cuenta de que los orcos de esa peli tienen la cabeza pegada al cráneo muy malamente. En El Hobbit le das una caricia a un orco en la nuca y le arrancas la cabeza como te descuides, tres horas de película viendo cabezas de orco rodar ¡Por favor que alguien vaya a Isengard y les diga que están haciendo los orcos mal, que así no se gana ninguna guerra por Dios!
2. Notarás que se acerca una horda grande de zombis porque dos capítulos antes los guionistas te habrán presentado unos cuantos personajes nuevos para que mueran estos, dejando intactos a los personajes principales. Esto es una de las cosas que más me molestaba de la primera temporada, pero he de decir que esta tendencia se va corrigiendo a medida que avanzan los capítulos.
3. Ciencia Zombi. Los zombis están ahí, existen, debido a alguna enfermedad / proceso biológico / que coño más da. Y esa es parte de la magia. Pero cuidado, cuidado amigo mío que hay reglas. Que no te muerda un zombi galán!, que te convertirá. Lo interesante es que mientras no te muerda, todo lo demás vale, puedes tener una herida abierta y bañarte en sangre zombi, puedes abrir la boca en medio de una explosión de cráneo zombi, puedes usar tu cuchillo de atravesar cráneos para comer después... Da igual, se lo que cuenta es que no te muerda.
En algún punto se nos explica un poco con encefalogramas raros y grafiquitas porqué pasan las cosas, pero no se aclara casi nada y total tampoco importa mucho.
4. THE RULES OF THE GAME. Otra cosa interesante es que los zombis son una fuente ilimitada de energía. Una vez se ponen en marcha ellos empiezan a caminar hasta que se encuentran algo de papear.
Regla universal: Si te embadurnas de zombi no te huelen y te pasan de largo. Táctica de la cual se hace uso repetido en la serie. Aunque no tenga absolutamente ningún sentido.
Eh, que ese zombi tiene instintos a pesar de ser una cabeza cortada que parpadea y boquea como un pez, a ver que te piensas ignorante, te huele listillo, te huele y por eso te come TE COME.
Y de hecho esto de las cabezas de zombi sueltas es algo que les gusta mucho. Juegan mucho con esta idea de que las cabezas de los zombis, mientras tengan el cerebro intacto funcionan fantásticamente.
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Tengo la sensación de que los guionistas se dan cuenta de que esto no se sostiene pero en el fondo les da igual. De hecho muchas de estas cosas de "dudosa coherencia" del mundo de The Walking Dead son cuestionadas por los propios personajes en varios puntos de la trama, lo cual le da a la historia una dimensión autoconsciente (y de tomarse poco en serio a si misma) y esto es algo que encuentro simplemente sublime.
Por otra parte hasta ahora me he encontrado con un par de capítulos muy muy buenos en todos los sentidos (dirección, actuaciones, localización, banda sonora...) destaco el arco narrativo del capítulo 10 de la segunda temporada "18 miles out".
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