Esta vez por desgracia no me a compaña mi bien amado Xabier Domínguez, a quién conocéis por aventuras congresiles previas en México.
Suiza es un país en el que los cafés cuestan 3 euros y medios. DOLOR. Hoy me he tomado solo uno porque no puedo permitirme los tres o cuatro cafés diarios que se clava un servidor.
Por lo demás todo correcto. He llegado y mi compañero de habitación congresil no había llegado, así que he visitado la catedral de Laussane. Solo voy a puntualizar esta sala adyecta del templo:
Ojo a los cojincitos con escudos heráldicos bordados. Posaderas heraldicas. Me he imaginado a los curillas sentados ahí teniendo concilios secretos elevadísimos. La ventana da a una cafetería. Al salir del concilio van a la cafetería y se toman unos caffee late de 3.50 euros la pieza.
Tras unos paseos por el interior de la catedral me ha apetecido leer y me he sentado en uno de los asientos plácidamente. Al cabo de un rato me he dado cuenta de que mi lectura no era muy apropiada para el templo: Naked Lunch de Barroughs, probablemente uno de los libros más profanos, oscuros y obscenos que he leído. Juro que ha sido sin ninguna intención profanadora.
Puede apreciarse que estaba aprovechando la iluminación que me otorgaba una cristalera con imágenes bíblicas situada detrás de mi. Imágenes bíblicas que iluminan imágenes de perversión escritas en negro sobre blanco por el inefable Barroughs.
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