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viernes, 1 de marzo de 2013

Nuevo deporte: Slow Combat.

Esta es una idea compleja que me apetece explicar. El otro día estaba pensando en fluidos no newtonianos (un pensamiento nada fuera de lugar), me refiero a esos fluidos que parecen como una pasta pero que según los golpeas se vuelven duros como una piedra.

Esas cosas son maravillosas, es muy mítico hacer un fluido no-Newtoniano con maicena (mezclarla con agua para crear una pasta muy loca). Puedes echar las tardes golpeando la pasta esa y viendo como se hace dura al contacto de tu puño y luego se vuelve a pastizar --libera tensiones, lo aseguro--.

(para más información a cerca de este punto recomiendo el video del hormiguero:
http://www.youtube.com/watch?v=k4HPQ-KDvsE        )


Resulta que algunos chalecos antibalas están hechos de uno de estos fluidos --el kevlar, creo-- de modo que se me ocurrió lo siguiente:
Supongamos que quieres matar a un antidisturbios con chaleco --Todo hipotético-- y eres una persona muy docta en fluidos no newtonianos, un erudito en este campo. Sabes que un disparo sería inutil pues la bala rebotaría, así que decides acercarte y clavarle --importante: muy lentamente-- un cuchillito, poco a poco, con calma, pegarte un minuto empujando suavemente el puñalito. A final, como el fluido no se endurece si no le imprimes mucha energía, conseguirás ensartarlo.
Que la única forma de matar a esos tíos sea a base de puñaladitas lentas, suaves, asestadas con mucha paciencia, violentando el concepto de puñalada.

Llevar esto más allá de toda lógica y pensar en la creación de un nuevo tipo de lucha: el Slow Combat. Lucha con puñalitos y chalecos antibala. Un estilo marcial muy técnico, tipo taichi pero letal. Me los imagino haciendo algarabías, piruetas muy extrañas pero muy lentas, en el Slow Combat el arma más letal es la lentitud.
Pensar que si por desgracia no eres capaz de asestar el golpe con la lentitud y precisión adecuada y has conseguido penetrar en el kevlar pero no lo suficiente, tu rival aproveche tu ineficacia y ejecute un giro muy brusco de cadera --un PIM PAM-- consiguendo que el fluido se endurezca mucho y doble, e incluso rompa tu puñal, dejándote desarmado. ¡Que esta maniobra loca tenga, de hecho, nombre: LA HOPFMAN! --nombre alemán, que suena muy técnico--
Ya me imagino al comentarista exaltado:
--Cuidado, cuidado, ha errado el golpe, que fallo, demasiado rápido...
--ATENCIÓN, ATENCIÓN, ¡Le está haciendo la Hopfman! ¡Una Hopfman, magníficamente ejecutada!


BONUS TRACK: Todo lo anterior --Slow Combat-- pero luchando sobre una piscina de maicena como la del hormiguero, eso sí, de 5 metros de profundidad. Un combate exacerbadamente técnico y de ataques lentos pero sobre un soporte que te obligue a moverte rápido porque si no te hundes. Doblemente no-Newtoniano y doblemente violentado.

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